María Dolores López Rosell

 

Mi nombre es Lola, me dedico a acompañar a personas en situaciones de sufrimiento y vulnerabilidad desde 2012 tanto a nivel individual como en grupo. Los primeros años la mayor parte de mi trabajo la desarrollé en el ámbito comunitario, concretamente en adicciones y exclusión social: barrios, centros educativos y centros penitenciarios lo que, sin lugar a dudas, me ha dado una visión de la salud que va más allá de la persona y su conducta. Fue entonces cuando la curiosidad me llevó a indagar, estudiar y experimentar en otras áreas: género, arte, filosofía, cultura, movimiento…

Todo esto ha ido moldeando y nutriendo la manera en la que me acerco a la intervención en contexto clínico que actualmente está dirigida a ayudar a las personas a generar una flexibilidad psicológica que les permita actuar en sus vidas con conciencia y libertad, poniendo el foco en la relación dentro de un contexto que, inevitablemente impacta en nuestra salud, y en muchos aspectos escapa a nuestro control.

Además de en el ejercicio de la psicología, me gusta mirar pajarillos y crear cosas. Me considero aprendiz de todo, andaluza orgullosa de su acento y sus raíces. Habilidosa en percibir lo que no se dice pero se siente y con frasco pequeño en batería social. La curiosidad es un hilillo que tira de mí y que siempre me lleva justo al lugar en el que necesito estar, aunque no siempre sea un camino agradable.

También soy madre a la que le toca renunciar, de las que no se sienta en todo el día y ama a su criatura con cada célula de su ser.